El Barça se dejó dos puntos este fin de semana en el Reyno de Navarra en un partido que parecía ir encaminado a sumar otra victoria en el casillero del conjunto catalán. Los azulgranas salieron muy fuertes y tuvieron un a primera gran oportunidad antes de llegar al minuto de juego. Pero poco a poco la superioridad que tenían se fue diluyendo y Osasuna se animó a lanzarse un poco al ataque. El partido se convirtió en un encuentro tosco y aburrido sin muchas ocasiones para ninguno de los dos, pero a mediados de la segunda mitad apareció el medio más goleador del campeonato, que como siga así habrá que dedicarle un artículo, para avanzar a su equipo en el luminoso. Osasuna reculó asustado por el gol y el Barça tuvo hasta tres ocasiones claras para anotar el 0-2 en los últimos 5 minutos de partido. Pero cómo es el fútbol, que en un pase en profundidad de Osasuna en el último minuto, Márquez se durmió, como por desgracia viene siendo habitual, Camuñas le robó la cartera y tiró un centro raso que Piqué se introdujo en su propia portería al intentar despejar. Hasta aquí podríamos decir que el error de Márquez –fue un fallo de concentración garrafal- le quitó dos puntos al Barça, pero como dice el míster cuando se gana, ganan todos, y cuando se pierde, pierden todos. Por eso quiero destacar la última ocasión que tuvieron los visitantes antes de recibir el empate a uno. El argentino se plantó ante Ricardo -que había cuajado una magnífica actuación- y en vez de asistir a Ibrahimovic quien se encontraba solo en el centro del área pequeña, intentó tirarle una vaselina al guardameta navarro. Le salió mal, Ricardo consiguió atajar la pelota y un minuto después Osasuna empataba.
El error de Márquez es de multa. Un central internacional y con su calidad no puede tener estos fallos de concentración. Hasta aquí todos de acuerdo. El problema que quiero comentar es que si Messi en vez de querer marcarse el gol bonito de la jornada hubiera tirado por lo fácil, ahora estaríamos hablando de que el Barça gana 2-1 a pesar del fallo del mexicano. Las frivolidades se hacen cuando uno gana de forma holgada, o incluso te las puedes permitir si ves que el rival ni siquiera intenta crear peligro. Pero cuando llevas 90 minutos de partido ante un equipo tan físico y duro, entrenado por alguien que de esto del fútbol sabe un poco y que además no has conseguido dominar hasta el final, pues no puedes co
nceder regalos de este tipo porque te los devuelven en forma de batacazos como el del sábado. Repito, el error de Márquez es grave por no estar metido en el partido, pero el error de Messi no lo es menos porque sin el partido sentenciado se regala más de la cuenta dando vida al rival. Cuánta razón tenía quien dijo que en esto del fútbol el que perdona lo acaba pagando.

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