lunes, 16 de noviembre de 2009

Daños a terceros

La FIFA ha sancionado a Maradona por sus declaraciones después de vencer a Uruguay por 1-0 y mandar a la Argentina periodística a “chuparla” con perdón de la expresión. También ha impuesto una multa al seleccionador que ronda los 17.000 euros, algo que no le va a costar mucho pagar. La sanción deportiva consiste en que el Pelusa no puede tomar parte de ningún tipo de evento relacionado con el fútbol durante los próximos 2 meses. Que severa y cruel es la FIFA que se muestra inflexible ante unas declaraciones malsonantes producto de un calentón… lo va a pasar muy mal Maradona con dos meses más de vacaciones. Lo más divertido y si queréis esperpéntico del caso es que en los próximos 2 meses Maradona no van a tener que disputar ningún encuentro. Es decir, en todo el tiempo que dure la sanción Argentina no va a jugar ningún partido… pero me permito emular al gran René Goscinny para decir: ¿Todo? ¡No! Una pequeña e irreductible nación debía jugar un partido amistoso en diciembre contra la albiceleste, Catalunya. Así es, sale otra vez la selección catalana a escena. Y es que la gran damnificada de la ridícula sanción de la FIFA a Maradona es ni más ni menos que la selección catalana, que ya tenía casi pactado un cara a cara entre Cruyff y Maradona desde los banquillos, en el debut del primero con Catalunya, y ahora tendrá que ver si aplazar este partido o jugarlo sin uno de los atractivos más importantes que tenía. Porque desengañémonos, si alguien lejos de tierras catalanas sigue ese partido, será por el morbo de ver a Cruyff y a Maradona entrenando en el mismo partido. Y ahora ni eso. El fichaje de Johan hizo que en muchos lugares del mundo la selección catalana tuviera una pequeña columna en los periódicos locales, aunque fuera en segundo plano -teniendo en cuenta que la noticia era que Cruyff volvía a entrenar y no importaba tanto a quien entrenaría-. Por eso los dirigentes de la catalana se pusieron manos a la obra para darle al nuevo seleccionador un buen rival en su debut. Argentina, a pesar de las penurias por las que pasa en cuanto a juego y resultados, es una selección mundialista, con una gran tradición futbolística y que despierta admiración ahí donde va. Era un gran rival -lo es aún- y su seleccionador hacía que nadie quisiera perderse el enfrentamiento de banquillos. Pero el máximo estamento del fútbol mundial y sus sanciones de patio de colegio no van a permitir que esto ocurra, de momento. Así que Maradona podrá seguir diciendo lo que le dé la gana y la FIFA se irá cubriendo las espaldas con sanciones ínfimas para tener contentos a seguidores y detractores, como siempre. Y mientras tanto una pequeña nación inocente va a verse más perjudicada que el culpable de las declaraciones. De circo.

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