jueves, 26 de noviembre de 2009

Resto perdedor

Ya hacía días que tenía la sensación que el tenis actual carecía de la calidad de hace unos años. Dada mi juventud solo puedo hablar con conocimiento de causa de, como mucho, hace un lustro o incluso una década, pero me basta para ver que el tenis ha cambiado mucho en este corto periodo de tiempo. El entrenamiento físico de los jugadores es más importante que el apartado técnico, cuando debería ser al revés. Cada vez aparecen más jugadores con pocos recursos técnicos pero con una fuerza inmensa, de manera que les basta con entrar todos los saques para poner en apuros al rival. No digo que sean malos, pero si que la potencia física supera a la calidad. Soderling es el paradigma de jugador de golpeo duro pero de escasos recursos. Si está con confianza y entra los primeros servicios te puede destrozar, que se lo digan a Nadal. El sueco tiene un látigo en la diestra y si no le falla la mentalidad puede ser muy peligroso en los primeros golpeos de un peloteo. Otro ejemplo perfecto de jugador duro sería el argentino del Potro. Mide casi dos metros -lo que facilita mucho el saque por tener más ángulo para superar la red- y posee un fuerte drive a la par que un potente servicio. Ambos jugadores están estos días en Londres disputando del Masters Series de la ATP sin ser, a mi parecer, tenistas dotados para estar entre los mejores. Pero la fuerza física les hace estar ahí. Ahora mismo se está disputando el tercer set del partido Murray - Verdasco y han ido al tie-break. En todo el partido solamente ha habido una rotura de servicio: en el primer set del escocés al español. Un pequeño ejemplo de lo que explicaba hace un momento. Hoy en día el servicio tiene demasiado peso en el transcurso de un partido y eso no es bueno para el espectáculo. Quedan pocos jugadores que deleiten al aficionado con gestos técnicos que parecen imposibles. Federer es uno de ellos y está donde está. También Nalbandián es un jugador con gran exquisitez en el golpeo, pero tiene la cabeza en otro lado y eso le hace ser muy irregular en el juego. Aunque por otro lado, no hace falta ser un fino estilista para contentar al espectador. El derroche de energía y la garra de Nadal hacen las delicias de más de un aficionado y sin ir más lejos ayer mismo lo dio todo en un partido que tenía perdido casi desde el inicio ante Davydenko, lo cual se agradece. Todo lo contrario de la actitud que demostró Djokovik cuando se le escapó el primer set ante Soderling y decidió tirar el partido pasándose el resto del encuentro haciendo aspavientos y malas caras. Creo que el tenis actual debería replantearse cuál es la base a entrenar ya que se ha convertido en un deporte demasiado dependiente del físico. Los jugadores no entrenan más que el fondo físico y la potencia de golpeo y eso perjudica al aficionado.
PD: Querría hacer mención especial a Verdasco que ha acabado perdiendo el encuentro con Murray (6-4, 6-7 y 7-6) siendo eliminado, pero que ha hecho un torneo memorable y ha dado una lección de esfuerzo y superación, batallando cada bola como si fuera la última.

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