domingo, 29 de agosto de 2010

Strike dos

Creo que se puede afirmar sin temor a equivocarse que la implantación de la palabra ‘entorno’ en el mundo del fútbol fue obra única y exclusivamente de Johan Cruyff. De la misma manera, Guardiola parece que ha inventado un término para no dar explicaciones de porqué quiere o no quiere a un jugador en su equipo, el 'feeling'.
No me gusta. Así mismo, corto y raso. Cada vez que oigo hablar de feeling en el Barça, un escalofrío recorre mi cuerpo de la cabeza hasta los pies, y no es para menos, pues esta maldita palabra ya se ha cargado a dos de los mejores delanteros del mundo. Primero fue Eto’o, el mejor goleador que ha pasado por el Barça en los últimos años, de quien echamos pestes cuando se fue, a la vez que se veneraba la llegada de Ibrahimovic. Hace apenas un año de todo esto, en tan solo un curso, el pensamiento ha cambiado radicalmente. Eto’o ya no nos parece ese jugador “chulo y prepotente” que creaba mal ambiente en el vestuario, ahora ese cartel se lo hemos colgado a Ibrahimovic. La moda actual en ‘can Barça’ es decir que la operación Ibra - Eto’o fue el error mas grande de la historia… Señores, no seamos hipócritas por favor. El delantero sueco ha tenido muchísima paciencia con el entorno culé que le ha criticado de forma ostensible desde sus primeros días en el club. Sin embargo, como un señor al que prensa y afición han elevado a la categoría de mesías del futbol (por méritos propios, eso sí) ha dicho que Ibrahimovic no es un jugador que concuerde con la personalidad del grupo, hay que desprenderse de él. Me repatea el estar cometiendo el mismo error que el año pasado, ya tuve que ver como se marchaba Eto’o, que en mi opinión es un jugador que nunca debió dejar el club, y ahora tengo que observar impotente como se va a uno de los delanteros más completos de los últimos 20 años del fútbol mundial al que le hemos hecho la vida imposible en tan solo una temporada.
No se puede tolerar que un solo individuo juegue de esta manera con el dinero del club, pues a los hechos me remito cuando digo que Guardiola solamente ha sabido equivocarse en cuestión de fichajes. Y lo peor de todo no es eso, pues todos cometemos errores, lo que realmente me enerva y me saca de mis casillas es que no ha querido tener paciencia con los jugadores que él mismo había pedido, que no han cuajado a la primera y que le costaron al club el gusto y las ganas. Hleb, Chygrynskyi o Ibrahimovic vinieron porqué el señorito Pep los pidió expresamente, pero al ver que no funcionaban como él quería no ha tenido ni la cortesía de darles una segunda oportunidad. ¿Por qué? Según él por el dichoso feeling.
Personalmente y como barcelonista que soy, es la segunda vez que siento que Guardiola me ha fallado. Lo hizo con Eto’o pero al venir Ibrahimovic a cambio, me tuve que callar. Esta vez no hay excusa. Villa es un pedazo de delantero centro y estoy seguro que nos dará muchísimo, pero con Ibra al lado no nos hubiera parado nadie.
Strike dos, Guardiola. A uno de la eliminación.

domingo, 15 de agosto de 2010

Esta será la buena

Al menos eso es lo que espero y esperamos todos los culés.
No hace mucho de la última vez que el equipo de Guardiola se tuvo que ver en una vuelta en el Camp Nou con una eliminatoria por remontar, concretamente la última ocasión en que sucedió eso fue el pasado 28 de abril. En ese caso se trataba de la semifinal de la Champions ante el Inter de Milán y esta vez el antagonista de la historia es el Sevilla de Álvarez que intenta arrebatar la Supercopa de España de manos de su actual dueño. Hay muchos parecidos entre sendos enfrentamientos, incluso diría que demasiados. En ambos casos el Camp Nou aparece como estadio del desenlace final, y con el mismo resultado en la ida: 3-1 en contra de los azulgrana. El Barça empezó fuerte el partido en el Giuseppe Meazza ante un Inter que no quería el balón y que se limitaba a defenderse, que es más o menos (menos que más por la diferencia de calidad entre italianos y andaluces) lo que hizo el Sevilla ayer. La fortaleza del conjunto dirigido por Guardiola se materializó a los 19 minutos de partido ante el Inter y a los 20 minutos ante el Sevilla. En el primero de los casos marcó Pedro, mientras que ayer el que abrió la lata fue Ibrahimovic. Pero lo más curioso del caso no es quien anotó ni la cercanía entre el minutaje del primer gol, sinó el último pasador que en ambos encuentros fue Maxwell. Me gustaría destacar también que en los dos partidos, justo una jugada antes del primer tanto azulgrana, tanto Valdés ante el Inter como el joven Miño ante el Sevilla, tuvieron que intervenir a sendos disparos de Eto’o y Navas, respectivamente, evitando así el primer gol local.
Si bien es verdad que el Inter empató antes del descanso y ayer el Barça llegó a la media parte con ventaja en el marcador, también hay que remarcar que los goles de Inter y Sevilla llegaron de una forma muy parecida. En el primero, el del empate, Sneijder no encontró más rival por delante que a Valdés por un desajuste defensivo, mientras que ayer Luis Fabiano aprovechó la debilidad de la espalda de la defensa azulgrana para plantarse también solo ante Miño y batirle por abajo. Ambos goles por el mismo lado de la defensa. ¿Y que decir de los tantos restantes? Pérdidas en el medio del campo que provocaron un contraataque rápido de dos equipos a los que les encanta correr. Es más, en ambas ocasiones el 3-1 llegó con un remate de cabeza de delanteros especialistas en ello que se encontraban solos para rematar dentro del área pequeña.
Pequeñas coincidencias o casualidades que le hacen pensar a uno sobre como va a ser el partido de vuelta. El Inter en esta idéntica situación vino a encerrarse y le salió bien, pues solamente el tanto de Piqué en el 83’ les intimidó un poco, pero no fue suficiente para remontar. Confiemos que el Barça encuentre mejores soluciones para afrontar la vuelta de la Supercopa de España sabiendo ya lo que muy probablemente se va a encontrar. O eso o que se note que el Sevilla, sin querer desmerecerlo, no es el Inter.