A día de hoy esta debería ser una segunda parte de post fidedigna y seria, pero como ya hemos visto lo que ha pasado con la primera -Vieri se retiró y pocos días después anunció su vuelta. Ver post– Lo dejaremos como un simple homenaje a un gran futbolista que en principio ya se despide del fútbol definitivamente. Hablo del sueco Henrik Larsson, aquel jugador que se dio a conocer en el Ajax, pasó gran parte de su carrera en la Liga Escocesa convirtiéndose en emblema del Celtic de Glasgow y dio el salto a un grande como el Barça a sus 33 años y tuvo buena parte de culpa en la consecución de dos Ligas y una Champions. Dos años después abandonó el equipo catalán para volver a su tierra y al equipo de su vida, el Helsingborgs, pero por en medio pasó unos meses “ayudando” al Manchester United a ganar la Premier. Mientras hacía todo eso iba ganando galardones y recogiendo condecoraciones. En la temporada 2000/01 ganó la bota de oro al anotar 35 goles con el Celtic en liga, en 2005 fue investido doctor honoris causa en Escocia por su contribución al deporte y la beneficencia y en 2006 le condecoraron Caballero de la Orden del Impero Británico, el conocido y honorable título de Sir. A parte de estos dos reconocimientos fue nombrado jugador del año en Escocia y Suecia y máximo goleador de la liga Escocesa hasta en 3 ocasiones. Pero no todo fue un camino de rosas para Larsson que durante su carrera sufrió dos lesiones gravísimas que le apartaron de los terrenos durante mucho tiempo. Probablemente hablamos de las dos peores lesiones futbolísticas. En noviembre de 1999 se fracturó la tibia y el peroné en un partido de UEFA ante el Lyon, y ya en 2004 con el Barça se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Ambas lesiones le dejaron durante mucho tiempo en el dique seco, pero siempre volvió y en la segunda ocasión lo hizo para darle al Barça su segunda Champions con dos pases de gol magistrales saliendo en la segunda parte desde el banquillo.
A parte de un gran futbolista Larsson se ha caracterizado por su enorme feeling con los aficionados de los equipos en donde ha jugado. Por breve que haya sido el periodo de su estancia siempre ha sido un jugador de esos que se dejan querer. En Glasgow lo tienen por su referente y uno de los mejores jugadores de la historia del club, y aquí en Barcelona a pesar de jugar tan solo durante dos temporadas es uno de los futbolistas más queridos de los últimos años. Algo parecido le pasó en Manchester, equipo en el que militó apenas media
temporada, pero igualmente dejó un gran recuerdo. Su carácter amable, sus goles y sobretodo su enorme esfuerzo y entrega volcados en cada partido le han hecho pasar a la historia como el mejor jugador sueco de todos los tiempo y uno de los mejores delanteros de Europa.
Muchas gracias por todo, Henrik.

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