El caso Lance Armstrong se ha convertido en un culebrón de
lo más extraño. Es muy raro que le hayan cogido siete años después de su
primera retirada. Es muy raro que nunca diera un solo positivo después de pasar
más de 600 controles antidopaje de todo tipo. Y es muy raro ver como todos
aquellos que han testificado en su contra sean excompañeros del texano que no
acabaron bien con él.
El informe de la USADA dicen que es largo y completo (no he
podido leerlo íntegramente) pero también es verdad que está lleno de errores,
desinformación e inexactitudes. Para poner un ejemplo, contrariamente a lo que
dice ese informe, el Dr. Del Moral nunca trabajó para el equipo ONCE. Me parece
un error grave dentro de un informe tan ‘completo’, pues dicho médico es otro
de los imputados, es decir, un actor secundario de la trama, no un extra
cualquiera.
Pero más allá de fallos concretos, lo que de verdad parece
sospechoso es el tema de las pruebas y el momento de su obtención. Los testigos
(Vande Velde, Leipheimer, Landis, Hincapie, Hamilton…) son ciclistas que más
pronto o más tarde han dado positivo por sustancias dopantes en su cuerpo, con
la consecuente sanción de la UCI. ¿Por qué declarar ahora? ¿Todos se han puesto
de acuerdo de golpe? Es más, ¿qué credibilidad puede tener alguien que se ha
dopado y le han cogido para decir que otro compañero lo ha hecho aún más que
él?
Y todo esto por no hablar de las otras pruebas. Las
supuestas muestras de sangre congeladas que la USADA afirma haber encontrado identificadas
con las siglas L.A. y que contienen restos de EPO. Pues bien, lo que no dicen
es que el laboratorio que analizó dichas muestras concluyó, también, que habían
sido manipuladas después de su obtención. Sospechoso ¿no?
Cuanta más información del caso se va filtrando a los medios,
más raro -tirando a turbio- se va volviendo el asunto. La última novedad son
las declaraciones del Dr. Del Moral acusando a la USADA de ofrecerle inmunidad
si declaraba en contra de Armstrong. De ser esto cierto, el estamento americano
quedaría absolutamente desacreditado, pues se supone que Del Moral es uno de
los implicados y debe ser castigado, según ellos.
La teoría de la conspiración elaborada entorno al ciclista
americano es muy jugosa y tiene cantidad de detalles irrelevantes que parecen
haber sido metidos con calzador en las mentes de los ‘testigos’ para que luego
lo repitieran como loros y así dar veracidad al asunto. Pero la verdad de todo
esto es que un ciclista que nunca ha dado positivo, i por tanto ante la ley es
inocente, ha sido desposeído de todos sus triunfos y linchado públicamente.
Veremos como evoluciona el tema, pero esta vez parece ser
que los cazadores de brujas han encontrado a su víctima y, tal y como pasaba
allá en el 1600 en plena edad moderna, el juicio ha sido tan corto y parcial
que ya han encendido la hoguera con la supuesta bruja atada entre maderos y
esperando su fin sin saber por qué está ahí.