jueves, 22 de marzo de 2012

Robo, ¡¿de qué?!

Lo siento, caigo en la tentación de meter baza, si no lo digo me lo hago encima: no se puede ser más impresentable. Y no hablo de Mourinho, eso después, sino de la prensa y el entorno del R.Madrid. El título de esta entrada lo dice todo: Robo, ¡¿de qué?! Y es que es indignante leer y escuchar hoy según qué comentarios y artículos emitidos desde la meseta.
Después de un muy mal partido del Madrid –el enésimo– contemplo absorto como jugadores, técnicos, prensa y entorno en general se escudan, sin fundamento ni vergüenza algunos, en la actuación del colegiado. A Ronaldo se le ve diciendo de forma reiterada “Solo robar” y el árbitro del encuentro, Paradas Romero, declara en el acta que Pepe le espetó “Vaya atraco, hijo de puta”. ¿Estamos locos? ¿Atraco? ¡¿Dónde?!
Dejando de lado los dos penaltis descarados de Arbeloa, y ya es mucho dejar, ¿qué ven mal pitado en Madrid? La falta de Altintop que origina el gol de Senna, toque o no balón, es juego peligroso. La segunda amarilla a Ramos bien pudiera ser roja, pues es la ya habitual “patada-pseudoagresión” del andaluz al que parece que de vez en cuando le falla una fase. Las expulsiones de Rui Faria –ya lleva 4, a ritmo de récord– y Mourinho son por protestar y/o insultar al colegiado. Hasta aquí lo gordo. El pisotón a Callejón es una amarilla como una casa, cierto, la amarilla a Pepe igual se la podía haber ahorrado y la expulsión de Ozil si nos ceñimos al acta arbitral me parece rigurosa, aunque creo, y eso ya es opinión personal sin fundamento, que el árbitro fue muy benévolo con el alemán en el acta.
Llegamos pues, al punto de compactar toda esta información y vemos que el “robo” grosso modo son dos amarillas y una roja rigurosa en el minuto 85. Y aquí es donde entra la prensa madrileña para engañar al personal. Sí, sí, engañar, con todas sus letras. Hablan con la boca pequeña de los dos penaltis de Arbeloa a Marco Rubén pero no dudan en gritar a los cuatro vientos la palabra robo.
En Madrid han perdido –aún más– la cabeza. Por suerte, hay quien empieza a verle las orejas al lobo Mourinho, que está convirtiendo una institución admirada en todo el mundo en un hazmerreír, odiado ahí donde vaya. Y todo eso con el consentimiento de tito Florentino, que en su momento le dio las llaves de casa al portugués para que hiciera lo que le saliera de las narices con tal de ganar.
Lo de no comparecer en rueda de prensa ya es lo último. Cuando ayer, una vez finalizado el partido, nos frotábamos las manos pensando qué diría Mourinho, nos volvió a sorprender, una vez más, anunciando la incomparecencia y vetando las declaraciones de cualquiera de sus jugadores o miembros del cuerpo técnico. Ah, y todo esto estando aún 6 puntos por encima del Barça y con todo a favor para ganar la Liga. De circo.