lunes, 26 de julio de 2010

El último paseo por los Elíseos

Una vez terminado el Tour de Francia 2010 hay varios puntos de la presente ronda gala que me gustaría mencionar, como el tercer triunfo, sufrido eso sí, de un Alberto Contador que cada día va a más, las ya habituales pero no por eso menos destacables victorias de Cancellara en cualquier prueba o etapa cronometrada, la buena imagen del pequeño de los Schleck, a pesar de haberse quedado muy pronto sin la ayuda de su hermano por una fractura de clavícula, la poca decencia de la organización al hacer pasar a los corredores por los pavés, el segundo podio en un Tour del ruso Menchov, el magnífico debut del ‘Purito’ Rodríguez quedando entre los 10 primeros y ganando en Mende… Ciertamente son muchas las cosas en las que me gustaría poner una pequeña acotación a pie de página, pero personalmente quiero destacar una: las últimas pedaladas de Lance Armstrong por los Campos Elíseos de París. Parece ser que esta vez la retirada es ya definitiva, o al menos debería serlo, bajo mi humilde opinión. El texano se fue en 2005 ganando su séptimo Tour consecutivo, pero su vuelta no fue tan gloriosa y ha ido de más a menos en estos dos años. En 2009 consiguió, no sin sufrimiento, hacer podio quedando tercero por detrás de Alberto y Andy, pero esta temporada se ha visto muy pronto que sus 39 años le pasaban factura. Etapa tras etapa iba perdiendo minutos con los líderes de la carrera, y salvo en la jornada acabada en llano tras escalar el Tourmalet, no dio señal de poder disputar la victoria final. Para entonces ya era tarde, perdía más de 30 minutos respecto al líder de la general, Contador.
A pesar de todo esto, no hay que desmerecer para nada al mejor corredor de la historia del Tour de Francia, campeón en 7 ocasiones (del 1999 al 2005 ambos incluidos) todas ellas con un margen de tiempo considerable. Sin olvidar que estos logros los conseguía después de superar un cáncer testicular con metástasis en cerebro y pulmones. Siempre superó de forma clara a todos sus rivales, algunas veces con más suerte, cómo en 2003 con la caída de Beloki, y otras con más coraje, el mismo año al caer él en la ascensión a Luz Ardiden. Los Pantani, Ullrich, Mayo, Escartín, Zülle, Basso, Jalabert, Vinokourov, Julich y compañía nunca pudieron superarle, aunque siempre ofrecían un espectáculo memorable a los aficionados, tanto en las cronos como en las escaladas en etapas de montaña donde no daban su brazo a torcer hasta que el americano se enfundaba el mono de trabajo. Entonces ya no había nada que hacer, Lance se ponía de pie y tiraba hasta quedarse solo y llegar a la meta.
Se ha notado que su edad no era la adecuada para una prueba tan dura como es el Tour, y es una lástima porque, llamadme iluso, me emocionaba la idea de poder tener la ocasión de volver a ver una etapa de montaña con Armstrong tirando de algún selecto grupo y atacando en el momento adecuado. No podrá ser. Tendré que revisar la videoteca y ver esas etapas de unos años atrás, porqué el americano deja el Tour para siempre.
Merci, Lance. Au revoir.

miércoles, 21 de julio de 2010

El motor de la naranja

Una semana y poco más después de la final del mundial no puedo dejar que la victoria de la 'Roja' nos haga olvidarnos del jugador más importante del conjunto subcampeón del torneo. Para muchos ese hombre sería Sneijder, máximo goleador y cerebro de su equipo. Para muchos otros Robben, uno de los jugadores más desequilibrantes del mundo. Curiosamente, cuando yo hablo del jugador holandés más importante de su selección me refiero a Mark van Bommel, un portento de fuerza y entrega que ha conservado el equilibrio entre el ataque y la defensa de la ‘Oranje’. Hay quien le ha criticado por su papel excesivamente bronco y duro (sin ir más lejos, un servidor escribió sobre el juego demasiado abrupto de Holanda aquí mismo el día siguiente de la final), pero realmente fue el jugador más inteligente del conjunto dirigido por van Marwijk. Hay muy pocas maneras de intentar frenar con éxito a un sucedáneo del Barça como es ahora mismo la selección española. Una de ellas es evitar que jueguen los cerebros del equipo y eso se puede conseguir mediante faltas reiteradas y constantes acciones intimidatorias. Van Bommel lo sabía y no se cortó ni un pelo frente a sus excompañeros de club. Iniesta, Xavi y compañía sufrieron en sus carnes la dureza del capitán del Bayern, quien a pesar de sus maneras, siempre controló a la perfección los tempos del partido, soltando hachazos en los momentos indicados que le permitían frenar los mejores momentos de juego de la Roja a la vez que eludía una y otra vez la expulsión. Soltando un latigazo a un rival 1 minuto después que un compañero tuyo haya visto una amarilla, haces que el árbitro no te amoneste por muy dura que sea la falta.
En la final de la Champions de 2006 entre el FCBarcelona y el Arsenal que ganaron los azulgranas por 2-1, se dijo que la entrada de Iniesta en la segunda mitad fue la clave para remontar el partido, pero cada vez que oigo o leo esa afirmación me invade un pequeño escalofrío y no puedo evitar repetir lo que ya dije el día después de la final: Iniesta no se hubiera podido lucir como lo hizo de no ser por el gran trabajo físico y de desgaste que hizo van Bommel en el primer tiempo. El holandés se encargó de desmontar él solito a todo el centro del campo del equipo inglés facilitando las tareas creativas de un Iniesta, que todo hay que decirlo estuvo sublime, que pudo jugar a sus anchas con los contrarios ya agotados. Precisamente esto es a lo que se ha dedicado el mediocentro holandés durante todo el Mundial, a ejercer de guardaespaldas de los jugadores más vistosos como Robben o Sneijder, convirtiéndose en su mejor aliado partido tras partido y sacándoles de encima a los rivales para que pudieran desplegar todo su potencial.
Por eso creo que es sin ningún tipo de duda el jugador clave de esta Holanda que salvo la final, ganó absolutamente todos los partidos desde el primero de preparación para el Mundial. Por eso creo que es necesario este pequeño recordatorio a modo de homenaje.

lunes, 12 de julio de 2010

Criminales ‘Oranje’

Gran final la de ayer. A pesar de no haber goles en los 90 minutos de juego reglamentario no fue un partido aburrido ni mucho menos. Tanto holandeses como españoles se dejaron la vida en el campo por cada balón, en cada jugada, en un encuentro en que solamente faltaron los goles, pero que tuvo de todo. Ya se entrevió des del primer minuto que los ‘tulipanes’ no habían salido a pasar el rato y que no iban a dejar jugar a la ‘Roja’ a sus anchas. Primer balón controlado por España, Van Persie no se lo piensa y derriba a Busquets con una tremenda patada por detrás a la altura de la rodilla. Tan solo era el comienzo… En estos primeros compases fue el mismo delantero centro holandés quien se encargó de endurecer el encuentro. Eso le llevó a ver la primera amarilla del partido en el minuto 14 después de una tremenda entrada a Capdevila, por la que el catalán tubo que ser atendido fuera del terreno de juego. Entonces apareció Van Bommel, que por cierto hizo un partido para enmarcar, y se erigió como el máximo exponente del juego tosco y abrupto, cosa que ayudó mucho a su selección. El mediocentro ex del Barça sacó a pasear la podadora e Iniesta fue su primera víctima. El manchego recibe de espaldas y el holandés le barre con una entrada sanguinaria el pie de apoyo. Amarilla para él. Claro está que tampoco España iba a dejarse apabullar y fue Puyol quien, antes de que Van Bommel empezara a repartir, le dejó un recadito a Sneijder. Amarilla para el de la Pobla. Así como también vio la cartulina Ramos por derribar a Kuyt en la banda. Se calentaba el encuentro y fue entonces cuando De Jong hizo la entrada más estremecedora del encuentro. Balón dividido, Xabi Alonso llega antes, la saca de cabeza y el holandés le entra con la plancha a la altura del pecho dejándolo tendido en el césped. Amarilla nada más para una entrada merecedora de roja directa. A todo esto Van Bommel seguía su festival. Parecía haber adaptado al fútbol el guión del maestro García Reneses en sus tácticas basquetbolísticas: Haz muchas faltas, porque todas no te las van a pitar. El medio se jugaba la segunda amarilla cada vez que el balón pasaba cerca de su posición y lo controlaba España, pero sorprendentemente no recibía la amonestación. También Sneijder se sumó a la fiesta con una entrada a la altura de la rodilla a Busquets. El partido estaba para que alguien se hiciera mucho daño. En la segunda parte se calmaron un poco ambos equipos. Una amarilla a Gio por derribar con el brazo a Ramos, varias faltas muy comunes en el medio campo y el amigo van Bommel haciendo de las suyas. Pero tenía que parecer el otro sicario particular de la ‘Oranje’, John Heitinga. Viendo que los dos medios de contención de su equipo estaban con tarjeta, él no quiso ser menos y sacó la motosierra. Amarilla para el central. Y así fueron transcurriendo los minutos, entre falta y falta veíamos alguna amarilla, pero goles ninguno. Ya en al segunda mitad de la prórroga Heitinga demostró que no es Van Bommel y que no sabe medir bien las faltas ni los tempos del partido. Vio la segunda amarilla tras un agarrón a Iniesta que le había ganado la posición.
En ese momento se puso muy cuesta abajo el partido para la selección española. Curiosamente, después de que Howard Webb decidiera expulsar al primer ‘tulipán’, España se desenvolvió mejor y acabó marcando el tanto que le da el campeonato Mundial. No les sirvió el juego duro a los holandeses que se volvieron a casa con las manos vacías.

lunes, 5 de julio de 2010

Sin malvender, son malas ventas

En apenas tres días dos jugadores del FCBarcelona han causado baja de cara a la temporada 2010/2011. Primero fue Touré Yayá, que firmó con el Manchester City dónde jugará las próximas 5 temporadas, y hoy se ha firmado la salida de Dmytro Chygrynskiy que volverá al Shakhtar Donetsk, equipo en que militaba antes de firmar por el conjunto azulgrana.
El traspaso del marfileño hacía muchos días que estaba cantado. Con la llegada de Rosell a la presidencia del Barcelona, parecía que aún nos quedaba un resquicio de esperanza a aquellos muchos que queríamos seguir viendo al mediocentro vestido de azulgrana el proximo curso. Pero no fue así, solamente se consiguió demorar su marcha. Creo sinceramente, aunque espero equivocarme, que esta baja mellará al equipo más de lo que pueda parecer ahora. El de Costa de Marfil es un ‘todocampista’ que aportaba todo lo que el Barça necesitaba a cada momento de un partido. Si Xavi e Iniesta estaban atados en corto por el rival, Touré se hacía con el control del centro del campo y empezaba a organizar desde la medular. Si el partido se volvía tosco, le ponía ese punto de casta que recordaba al mejor Deco del Barça de Rijkaard. Jugó principalmente de medio centro defensivo, pero también le vimos de central i de volante por la izquierda i por la derecha, cumpliendo con nota a cada partido que le sacaron de su posición habitual. El año pasado mereció más minutos, pero la devoción de Pep por el rookie Busquets, le hizo perder la titularidad y en consecuencia, acabar eligiendo la opción que le permitiría jugar más: la salida del club. Es una auténtica lástima y una gran pérdida para el FCBarcelona. Se va al City por unos 30 millones. Buen precio, mala venta.
El traspaso del central ucraniano a su equipo de procedencia hace un año ha sido mucho más sorprendente para el aficionado de a pie. Quizá en los despachos hacía días que se trataba, pero no hemos tenido ninguna información al respeto. Más allá de la duración de las negociaciones, la venta de 'Dima' tampoco me parece una buena noticia, porqué a pesar de no haber convencido en su primer año, siempre he defendido que su juventud y falta de experiencia en grandes ligas debía concederle el beneficio de la duda de cara a una segunda temporada en el equipo. Por desgracia no será así, al menos por ahora, quien sabe si algunos años más tarde podría volver, pero lo que está claro es que el ucraniano hubiera disputado minutos esta campaña de haberse quedado. La marcha de Touré (el central de las emergencias) y el más que posible traspaso de Márquez dejan muy mermada a la defensa azulgrana que se queda tan solo con Alves, Puyol, Pique, Abidal, Maxwell y Milito para cuatro sitios. El club catalán pierde a un futuro gran central, pero por lo menos recupera algo de lo que desembolsó en su día: El Shakhtar pagará unos 15-20 millones de euros por él. Buen precio, mala venta.
Desde aquí, gracias por los servicios prestados al club y mucha suerte. Suerte también para el FCBarcelona, que la va a necesitar para encontrar recambios que estén a la altura.