Desde sus inicios Tamudo ya caló hondo en la afición perica. El entonces joven delantero salido de la cantera no tardó en demostrar sus dotes goleadores en primera división. Debutó frente al Hércules en el Rico Pérez de Alicante, de la mano de Paco Flores y en ese partido en que el Espanyol se jugaba buena parte de sus opciones de permanencia ante un rival directo Tamudo salió substituyendo a Nando para marcar el gol de la victoria perica. A pesar de eso su eclosión no fue total, y estuvo dos años combinando el filial con el primer equipo, hasta que se marchó cedido primero al Alavés y más tarde al Lleida. Después de esas dos etapas y hasta el momento ha vestido la camiseta de su equipo de toda la vida. Pero parece ser que su carrera no va a terminar en Barcelona y si lo hace no será de la mejor manera. Su enfrentamiento con el club debido a la presunta intención del jugador de irse -quiso rebajar su cláusula de rescición para tener una mejor salida en el mercado- y los rumores que rodean su “mala” influencia en el vestuario pueden hacer que el máximo goleador de la historia del club y jugador con más partidos disputados se vaya por la puerta de atrás. Raúl es un jugador que a lo largo de su carrera no se ha caracterizado por una gran técnica, ni una vertiginosa velocidad, ni un potente disparo, ni un preciso remate de cabeza… pero tenía un poco de todo, era un delantero polivalente y sobretodo era el más listo de la clase -bien lo sabe Toni Jiménez-. Eso y su casta sobre el campo, le llevaron a ser uno de los jugadores más queridos de la afición blanquiazul hasta convertirse en un emblema de la entidad. Con él al frente el Espanyol ha ganado dos Copas del Rey y ha sido un digno finalista de la UEFA, en una de las noches que nunca olvidaran los seguidores pericos, por la entrega de su equipo que empató hasta en dos ocasiones un partido dificilísimo ante un gran Sevilla y llevó la final a la prórroga a pesar de jugar con uno menos desde el minuto 68.
Los que me conocen saben que Tamudo no es santo de mi devoción, pero hay que reconocer que este hombre ha dejado una historia en su club que tardará mucho tiempo en superarse. Si el seguidor del Espanyol piensa en Tamudo le vienen a la cabeza muchas cosas: el ya comentado gol ante el Hércules, la jugada con Toni, portero del Atlético, en al final de Copa del 2000, el fichaje frustrado por el Glasgow Rangers, los dos goles que le “birlaron” al Barça la Liga en el Camp Nou y que supusieron que se convirtiera en el máximo
goleador de la historia del club… Por todo esto se recordará durante años a Raúl pero es una lástima que su final se avecine tan trágico, con una total ruptura de relaciones entre ídolo y club. El gran capitán del Espanyol parece ser que abandonará el barco, pero su recuerdo va a perdurar durante muchísimo tiempo, estoy convencido.

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