El pasado lunes el Girona perdió 2-1 en el Municipal de Chapín frente al Xerez, partido correspondiente a la jornada 7 de la Liga Adelante. El partido se le puso cuesta arriba al cuadro catalán tras una lamentable primera mitad pero estuvo a punto de remontar a merced de un gran Coro y un segundo tiempo brillantes. No pudo ser, pero los jugadores se podían haber ido a casa con mejor sabor de boca de no ser por la desafortunada acción ocurrida sobre el minuto 80 de partido.
Con el 2-1 en el luminoso, Ion Vélez, recientemente incorporado en el Girona procedente del Numancia, buscaba un balón al espacio que le dejaba solo ante el portero rival. Balón dividido dentro del área, choque fortuito entre Doblas y Vélez y lesión gravísima del delantero navarro tras impactar el meta con los tacos en su rodilla derecha. Para más inri, no hubo sanción alguna para el autor de la falta -involuntaria pero falta al fin y al cabo-, pues la jugada estaba invalidada por fuera de juego de Vélez en el desmarque anterior.
Vistas las imágenes y escuchadas las declaraciones de ambos jugadores, uno se da cuenta que fue un trágico accidente -gajes del oficio que dirían algunos- pero servidor opina que este tipo de lesiones son fácilmente evitables. Estoy seguro que Toni Doblas no es una mala persona ni un mal deportista, y que en ningún momento quiso hacer daño a Ion, pero también estoy convencido que esa entrada la hizo sin pensar, sin tener en cuenta las consecuencias que podía conllevar.
No se entiende que Doblas entrara así. Con la planta del pie se despejan pocas jugadas de ataque, por no decir ninguna, más cuando ese tipo de entrada está sancionada por el reglamento como ‘plancha’ o ‘juego peligroso’ a criterio del trencilla. Pero aún es menos comprensible ese tipo de entrada cuando hay un balón dividido y se pone la pierna a una altura peligrosa para el rival. Por eso opino que sí, se trata de una lesión fortuita, pero se podía haber evitado con el simple hecho de no entrar al balón de forma salvaje como lo hizo Doblas, sin que eso conllevara que el portero fuera superado por su rival.
En muchas ocasiones, estos hechos ocurren por la inconsciencia de algún jugador al que se le funden los plomos o alguno que no ve la peligrosidad de sus entradas, y es una lástima que no se puedan corregir este tipo de actitudes, entre compañeros de trabajo deberían saber qué
pueden y qué no pueden o deben hacer.

Ahora Ion Vélez tendrá que pasar por el quirófano y someterse a un largo proceso de recuperación para volver a jugar. Eso sí, Doblas le fue a pedir perdón al hospital. Haberlo pensado antes, chico. Muchos ánimos a Ion.
No hay comentarios:
Publicar un comentario