Quizá es uno de los entrenadores más extravagantes de Europa. Quizá es un personaje arrogante y maleducado que suele caer mal, muy mal. Quizá su comportamiento y sus declaraciones son siempre sinónimo de polémica. Quizá el juego que practican sus equipos no es espectacular y ni tan siquiera divertido o vistoso. Quizá… Todo esto dicho así no sería tan raro ni nos llamaría tanto al atención si no fuera porqué además es uno de los mejores estrategas que ha dado el fútbol en los últimos años. Mourinho ha conseguido, entre otras cosas y como él mismo espetó en una rueda de prensa hace poco más de una semana, que la afición del Camp Nou se “olvide” de su particular odio hacia Figo, archienemigo del barcelonismo en los últimos dos lustros por su sonado traspaso al Madrid. Este portugués, el entrenador, ha generado las iras de todos los culés y de muchos otros aficionados que le acusan de ser un provocador y de especular con un juego aburrido y defensivo, calificación incierta esta última, pues los equipos de Mourinho pueden aburrir pero no es un técnico para nada defensivo ni nunca lo ha sido hasta la fecha. Pero por otro lado este ex-traductor de Sir Bobby Robson, ha conseguido que la otra mitad del mundo futbolístico, la que no le odia, le admire profundamente. Sus métodos éticamente cuestionables y su falta de modales esconden a un gran entrenador que hace muy pocos días le dio una lección de fútbol al Guardiola campeón de todo.
Ayer el Inter de Mourinho se coronó campeón de la Copa de Italia al vencer a la Roma por 0-1 con un golazo de Milito. Pero estoy seguro que no será el último título que los nerazzurros conquisten este año, pues les veo muy superiores al Bayern de cara a la final de la Champions del Bernabéu y siguen líderes del Calcio a dos jornadas para el cierre del campeonato.
Si el año pasado asistíamos al mejor Barça de la historia, por juego y resultados, y le veíamos ganar los 3 títulos que disputaba, este año quizá nos encontremos delante del mejor Inter de la historia desde el punto de vista resultadista. A todo esto lo que tal vez me de más miedo es que tengo el presentimiento que el año que viene Mourinho no
va a entrenar al Inter sino que se sentará en el banquillo del Real Madrid. Tan solo es una conjetura muy personal, pero se me ponen los pelos de punta nada más imaginarme la rabia que puede generar este tipo en el Madrid y sacando buenos resultados.

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